Más allá del boxeo: Gimnasio de los Grealish

UN RING DE BOXEO QUE ES UN HOGAR Y UNOS INSTRUCTORES QUE SON FAMILIA

 

Familia, boxeo, esfuerzo y lo demás es lujo… Así es la vida para el irlandés Martin Grealish, quien llegó a este país a los 31 años de edad en 1982.

Grealish empezó a boxear a los 15 años de edad cuando se mudó de Irlanda a Inglaterra y la pasión que desarrolló por este deporte ha sido tan grande que lo ha acompañado a todos los sitios que ha ido.

“Mi misión con cada alumno es mantenerlo fuera de problemas. Es muy satisfactorio verlos llegar al gimnasio sin saber nada y después de un par de años ya pueden enfrentarse a cualquiera en el ring… Muchos se han convertido en profesionales también”, dijo Grealish sobre sus estudiantes. En estos momentos hay cuatro profesionales entrenando en su gimnasio, y cinco muchachos y una muchacha que están participando por el Golden Glove (Guante de Oro).

Una de las grandes promesas del gimnasio es el caboverdiano Ricky Pina, quien ocupa el puesto número 3 del ranking en su categoría. En enero del 2013, Pina viajará a Las Vegas, Nevada acompañado por Grealish para disputar una importante pelea. “Entreno todos los días entre 2 y 3 horas para esta competencia. Aquí aprendo mucho”, señaló el joven de 15 años acerca de su preparación para la pelea en Nevada. “Mi meta es representar a mi país en las olimpiadas… quiero ser como Floyd Mayweather”.

Alguien que aprovechó la presencia y experiencia de Grealish, y que no perdió tiempo a la hora de ponerse los guantes de boxeo, fue su hijo Gerry Grealish, quien con apenas 5 años de edad empezó a practicar el deporte. “Esto es algo que heredé de mi padre… siempre veía las peleas de pequeño. Además tengo una madre y hermana que durante mis años como profesional eran mis más fieles fanáticas… las más gritonas de los espectadores siempre eran ellas”, agregó Gerry acerca de su experiencia en el boxeo.

Siempre bajo el mando de su padre Martin, Gerry llegó a ser boxeador campeón de los US Marines Corps., y también se convirtió en profesional, acumulando una marca de 6 victorias y 1 derrota.

Actualmente, Gerry es parte del staff del gimnasio de su padre, en donde no solamente imparte sus conocimientos sobre boxeo con los más jóvenes, sino que también los ayuda a tener buenas notas en el colegio, a conseguir trabajos, y a ser buenas personas. “Los ayudamos en muchos aspectos de la vida. Hay una cantidad de muchachos problemáticos que han sido parte de este gimnasio y se han convertido en hombres maduros e inteligentes dentro y fuera del ring”.

El gimnasio de la familia Grealish también ofrece clases para mujeres, las cuales consisten mayormente en ejercicios para ponerse en forma y tener buena resistencia. “Se ejercita todo el cuerpo. Las clases son divertidas y consisten en diferentes rutinas, e incluso sirven para defensa personal”, apuntó Maureen O’Brien, quien es la actual campeona femenina del Golden Glove en Nueva Inglaterra.

O’Brien ayuda en estas clases para mujeres y admite que una de las situaciones más cómicas de las mismas es cuando se pelea en el ring con una amiga, porque después del enfrentamiento siempre se abrazan y felicitan. “Al fin y al cabo somos una gran una familia”, dijo orgullosamente O’Brien acerca de todos los que frecuentan el gimnasio de los Grealish.

Una de las mayores sorpresas de este acogedor gimnasio es que se escucha mucho más la palabra FAMILIA que la palabra BOXEO, y esto va desde Wilbert Soto, quien es uno de los más nuevos asistiendo a estas instalaciones, hasta Yvonne Grielish, esposa de Martin.

El gimnasio de la familia Grealish está ubicado en la 79 Freeport Street de Dorchester y abren todos los días, incluyendo los días feriados. Con seguridad el Sr. Grealish estará ahí a partir de las 5 pm.

Para mayor información llámelos al (617)740-8407 o visite www.grealishboxing.org

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Imagen de rcmproducciones.com

 

Calero: Imponente, Carismático Y Gran Ser Humano

SE NOS FUE EL GRAN PORTERO DE LA SELECCIÓN COLOMBIA, EL QUE JUGABA CON LA GORRA PUESTA, EL MÁXIMO SÍMBOLO DEL PACHUCA

 

Más rápido que un felino… así fue Miguel Ángel Calero Rodríguez protegiendo de poste a poste su arco. Lamentablemente, así de veloz también fue su estadía en un mundo que lo vio convertirse en uno de los mejores porteros de su época, ganando títulos con la selección de Colombia en la Copa América del 2001, y con los clubes Deportivo Cali, Atlético Medellín y el Pachuca mexicano en una serie de campeonatos.

Sin embargo, la grandeza del guardameta del Valle del Cauca no terminaba ahí. Calero poseía un lado humano que sobrepasaba su talento como portero futbolista y líder de sus equipos.

“El hombre era de esos porteros que tú como niño querías imitar... esos colores extravagantes y la forma en la cual se uniformaba lo distinguían. Él era un portero alegre, distinto… un ganador que nos demostró como levantarnos y amar a la vida. Calero es un superhéroe del cual yo le contare historias a mis hijos y a mis nietos”, señaló Memo Pachanga, arquero del equipo Itagüí de la liga invernal de futsal en Chelsea.

Por su parte, el colombiano Esteban Tula, residente de Revere, lo recordó diciendo que “una vez de niño hasta le pedí que me diera fuerza telepáticamente cuando estaba tapando en una recocha de la cuadra”.

Calero no fue solamente una pieza clave para que el Pachuca se convirtiera en una de las mejores escuadras de la última década de la liga mexicana, sino que también llegó a ser uno de los futbolistas más queridos en el país azteca.

“A los hinchas, tanto a adultos como a niños, nos enseñó a ser triunfadores y ser familia. Él siempre fue una inspiración para ser mejores y para valorar, luchar y esforzarnos por lo que queremos”, apuntó el entrenador salvadoreño de Saugus Jorge Chiquillo.

Después de retirarse de las canchas en Septiembre del 2011, Calero continuó afiliado con los ‘Tuzos’ al asumir el cargo de director técnico de arqueros.

A pesar de que el cuerpo de Calero ya no está en este mundo, su espíritu sigue vivo con el legado que nos deja, el cual será aprovechado por muchos jóvenes que seguían su gran ejemplo. En especial por aquellos que se desempeñan debajo del arco y/o desean ser líderes comunitarios.

Dato interesante: Marcó tres goles en su carrera futbolística (uno desde la media cancha, otro de media volea y otro de cabeza con la gorra puesta).

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El portero colombo-mexicano, Miguel 'El Cóndor' Calero, saludando a
sus fanáticos. Picture from slimcelebrities.com

 

Héctor ‘Macho’ Camacho Fue Todo Un Showman

UN VISTAZO A LOS 50 AÑOS DE VIDA DEL GRAN BOXEADOR PUERTORRIQUEÑO

Nacido en Puerto Rico y criado en Harlem, Nueva York, Héctor ‘Macho’ Camacho pasó mas de mitad de su vida peleando en un ring de boxeo.

En una carrera deportiva llena de altibajos, Camacho entretuvo a muchos fanáticos del boxeo con la rapidez de sus manos, sus llamativos atuendos, extravagantes joyas y su estilo de vida fuera del cuadrilátero.

"Todos lo querían aquí en Puerto Rico", dijo Henry Neumann, secretario del Departamento de Recreación y Deportes. "Es uno de esos atletas que trascienden las barreras de su país, no sólo por sus habilidades dentro del ring, sino por las características de su personalidad".

En los anos ochenta, el boxeador puertorriqueño conquistó los títulos superpluma, ligero y welter junior, y participó en combates épicos contra su compatriota Félix ‘Tito’ Trinidad, el mexicano Julio César Chávez, el panameño Roberto Durán, el mexicoamericano Oscar De La Hoya, y los estadounidenses Sugar Ray Leonard y Ray Mancini.

Una de las de vida que nos deja Camacho es que en este mundo siempre hay que pararse después de ser derribado. “Héctor se está ahogando en las drogas”, apuntó Billy Giles a principio de los años ochenta mientras era su entrenador. Sin embargo, el boxeador boricua combatió en los mejores cuadriláteros del mundo hasta el año 2010, cuando decidió colgar los guantes con una marca personal de 79-6-3.

A pesar de que ‘Macho Man’ estaba consciente de sus problemas fuera del ring, su lógica pura lo contradecía a sí mismo. Por un lado admitía “no puedo seguir abusando de mi cuerpo. Esta vida nocturna que tengo me va a terminar matando”, pero por otro lado bromeaba acerca de sus constantes accidentes automovilísticos diciendo que mientras tuviese licencia para conducir, iba a continuar chocando carros, porque esa era la única manera de convertirse en un gran conductor.

Es curioso que previo a sus enfrentamientos él mismo se coreaba ‘Macho Time’ para animar a su público y a sí mismo, ya que el pasado sábado 24 de noviembre, fue verdaderamente ‘Macho Time’ para Héctor Camacho. Lastimosamente las heridas de bala que le impactaron en la cara lo dejaron en coma por cuatro largos días antes de decirle adiós al mundo que hizo vibrar de emoción por tantas décadas con su talento y forma de ser.

José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, lo recordó con las siguientes palabras: "Fue un gran peleador que dejó una historia imborrable en el boxeo mundial. En la soledad era completamente diferente a la extrovertida que era su vida pública, y era uno de los pocos peleadores que se me acercaba y me dirigía palabras de cariño”.

Cuando John Russell fue preguntado por la experiencia que tuvo con Camacho cuando lo entrenó a mediados de los años noventa, el coach norteamericano sintetizó la vida del gran boxeador puertorriqueño de forma honesta y sencilla mencionando que “aunque muchos sabíamos la lucha que ‘Héctor’ tenia contra la adicción al alcohol y las drogas, él nunca me dio ningún problema… él simplemente estaba lleno de vida y era una gran persona con quien uno disfrutaba estar”.

- Y gracias por no fumar!

Camacho en el ring se robaba todas las miradas de los espectadores.
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